lunes, 10 de diciembre de 2007

Geografía económica y nueva geografía económica, la diferencia conceptual.

Por geografía económica se entiende el estudio del lugar en el que se produce la actividad económica y las razones por las que ésta tiene lugar en un determinado punto geográfico y no en otro.

Hasta hace poco tiempo la economía había prestado poca atención a la geografía para explicar la concentración espacial de las actividades económicas. Sin embargo, esta situación, se ha ido superando en los últimos veinte años, en parte por los avances en la integración europea y las incógnitas que planteaba sobre un desigual desarrollo económico entre los Estados.

La mayor receptividad mostrada por los economistas hacia aspectos como la localización y por ende la distancia, los costes de transporte o la dimensión espacial de cualquier actividad económica surge por la aparición de nuevos instrumentos que provienen de distintos campos de la economía, tales como la organización industrial, el comercio internacional o el crecimiento económico.

Geografía económica versus nueva geografía económica

Tradicionalmente, se hablaba de geografía económica para referirse a la ciencia que enfatizaban las relaciones entre la actividad económica y el espacio para explicar fenómenos tales como la concentración de una industria o de la población en un lugar determinado. Sin embargo, en las últimas décadas, los avances en la modernización y el análisis económico, han provocado una revisión del término geografía económica.

El nuevo término supone un cambio cualitativo, que enfatiza nuevos aspectos como los rendimientos crecientes o las economías de aglomeración, pero que no modifica, en lo esencial, el objeto de estudio de la geografía económica.

¿Cuál es el objeto de estudio de la geografía económica?

Como ilustra el Gráfico 1, cualquier análisis que se haga sobre una realidad espacial, necesita introducir una multiplicidad de factores que interactúan en el espacio.

Así, además de los condicionamientos naturales, otros factores como la historia que impregna esa realidad espacial, las características de la población, el sistema de relaciones sociales implantado, las pautas culturales dominantes o la organización político-institucional constituirán variables claves para explicar la situación actual de esa localización humana y económica que intentamos conocer.

Ahora bien, entre ese conjunto de variables que acabamos de enumerar, resulta crucial el papel de las condiciones económicas sobre la estructura y el dinamismo de los territorios.

En definitiva, las condiciones de vida que tienen los habitantes de las diferentes regiones del mundo, están íntimamente condicionadas por la estructura económica que las singulariza y que a su vez influye sobre el uso del espacio y del tiempo por parte de las personas que viven en cada área.

El territorio debe entenderse como un agente activo más, que influye de forma directa sobre las iniciativas empresariales, y su desarrollo posterior.


La creencia de que una eficaz relación entre la actividad económica y el espacio puede impulsar el crecimiento y el bienestar de la población, justifican la intervención pública para compensar los desequilibrios territoriales que se agudizarían por las asignaciones del mercado. Por ello, los geógrafos económicos también valoran la influencia de las políticas territoriales sobre el desarrollo regional y local o el impacto medioambiental y urbanístico de determinadas actividades económicas.


ESQUEMAS CREADO POR AUTORA DE LA PÁGINA

No hay comentarios: